miércoles, 19 de noviembre de 2008

JUEGOS DEL CORAZÓN


Juguemos en el mundo
de la soledad,
tú en tu trinchera
yo en mi lado.
Dejemos que nos separen mares,
montañas y kilómetros,
que nos distancien
hasta las estrellas.
Jueguemos a dormir
con ojos cerrados
y que los sueños sean
momentos deseados.
Que los días sean números,
que el espejo nos delate
de vez en cuando
o un sentimiento de culpa
nos embriague.
Perdámonos en el mundo
del silencio: juguemos
a no mostrar a no arriesgar

ningún sentido,
a que todo cambiará
un día cuando despierte el sol.
Juguemos a estar solos a
que los metros cuadrados
sean nuestro vital refugio
a que la distancia nos ponga
una nueva barrera
a que no haga falta llorar
por que todo está igual.
Dejemos que nuestras manos
sigan siendo dos, que no juntemos
la respiración y que enmarquemos
alguna pelea, como un recuerdo
extraño y escaso.
Que el orden prime en la vida
y en la habitación,
que el mundo pase alrededor,
que las vivencias se junten
en museos. Dejemos que nuestro
corazón esté siempre en paz,
que dolor de los recuerdos
impida que te reconozca,
que la lluvia provoque estragos,
con aquella brutal melancolía,
que la vida nos mande
cuentas cargadas de ironías.
Dejemos que el amor
se nos pase, dejemos
que el tiempo se vaya,
apaguemos la luz de la vida....

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